La legislación debe garantizar su operación sin fines de lucro, pero con mecanismos de financiamiento sostenibles: Sandra Fernández Alaniz.
Las radios universitarias son medios que forman audiencias, fortalecen el pensamiento crítico, difunden cultura y amplifican voces históricamente ignoradas.

Las radios universitarias en México han desempeñado un papel esencial en la difusión de conocimiento, cultura y pensamiento crítico durante casi 90 años; han estado presentes en momentos históricos clave, documentando movimientos sociales, transmitiendo desde zonas de desastre e informando con rigor y creatividad; sin embargo, a pesar de su aporte invaluable, enfrentan desafíos estructurales que ponen en riesgo su sostenibilidad y funcionamiento, afirmó la maestra Sandra Fernández Alaniz, subdirectora responsable del Programa Universitario de Producción Radiofónica, UAM Radio 94.1 FM
La también presidenta de la Red de Radios Universitarias de México (RRUM), indicó que el quehacer de dichas radios no es circunstancial, es estructural. “Son medios con raíces profundas en la vida cultural, científica y social del país. No basta con ejercer un periodismo ético y comprometido; es indispensable contar con condiciones mínimas para garantizar su operación a largo plazo”.
El participar en el Cuarto conversatorio para analizar el proyecto de decreto por el que se expide la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que se realiza en el Senado de la República, puntualizó que las estaciones de radio universitarias forman parte sustantiva de las instituciones de educación superior, articulando docencia, investigación, extensión y difusión cultural, pero el marco regulatorio actual presenta vacíos que dificultan su operación.
El Gobierno de México, a través de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), resalta que el objetivo de propuesta de la nueva Ley en materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión es conectar a 15 millones de mexicanos, que actualmente no tienen acceso a internet.
El pasado 14 de mayo, la presidenta de México, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que la nueva iniciativa de ley “tiene como finalidad separar las funciones de competencia económica para transferirlas a la nueva Comisión Antimonopolio, mientras que las atribuciones que estaban a cargo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pasarán tanto a la comisión, a la ATDT o a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT)”.
“Además, de que recupera el derecho de las audiencias a tener información veraz; el de las radios comunitarias para su promoción, y en el caso del internet, permite que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) otorgue servicio en zonas sin cobertura y en igualdad de circunstancias que los privados”, dijo.
Al respecto Fernández Alaniz apuntó que uno de los aspectos más urgentes es la posibilidad de operar sin fines de lucro, pero con sustentabilidad financiera. Se requiere una legislación que permita la autofinanciación a través de convenios y patrocinios que, bajo criterios éticos, viabilicen la producción de contenidos de calidad. La figura del patrocinio actual es insuficiente, pues no permite detallar los beneficios de productos o servicios, lo que la vuelve poco atractiva para potenciales colaboradores.
Actualmente, “las radios universitarias reciben concesiones con parámetros técnicos mínimos, lo que afecta su cobertura y calidad de transmisión. Esta disparidad limita el impacto social de estos medios. Casos como el de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, que lleva más de 14 años esperando el cambio de AM a FM, o el de la Universidad Autónoma Chapingo, que enfrenta un retraso de siete años en el mismo trámite, evidencian la necesidad de balancear las condiciones operativas del sector”.
Consideró que es fundamental garantizar el acceso real al sistema de administración del espectro por parte de la ATDT. La democratización de las frecuencias debe ser una prioridad para la política de medios.
Las estaciones universitarias operan, en muchos casos, sin presupuesto propio, sujetas a decisiones administrativas cambiantes. Esto impide la inversión en calidad técnica, contenidos originales, capacitación y tecnología. Por lo que la ley “debe prever mecanismos que permitan obtener recursos adicionales sin depender únicamente del presupuesto universitario. Invertir en la radiodifusión universitaria no es un lujo, es una necesidad para garantizar el cumplimiento de su mandato educativo y cultural”.
Las radios universitarias no buscan privilegios, sino un trato justo y funcional, ya que son medios que forman audiencias, fortalecen el pensamiento crítico, difunden cultura y amplifican voces históricamente ignoradas. “México atraviesa un momento clave para redefinir su política de medios. Si realmente se pretende impulsar el derecho a la comunicación, no basta con proteger la libertad de expresión; es necesario garantizar las condiciones materiales para ejercerla”.
Durante su participación aseguró que las radios universitarias han demostrado su compromiso a través de la experimentación creativa con lenguajes, la producción de programas galardonados y su reconocimiento en espacios como la UNESCO y la Bienal Internacional de Radio. También han construido redes internacionales de colaboración, intercambiando contenidos y fortaleciendo el vínculo entre la educación superior y la sociedad.
Exhortó al Senado para que escuche esta voz, “no solo por quienes trabajan en estos medios, sino por las comunidades a las que sirven, por las juventudes que forman y por las ideas que ponen al aire”.
“México necesita medios con responsabilidad social, emisoras que buscan generar impacto social en lugar de perseguir ratings, espacios que fomenten la reflexión y la conciencia. La radiodifusión universitaria es un pilar fundamental de la comunicación democrática y debe ser protegida y fortalecida”, puntualizó.
Publicado en: https://boletines.uam.mx/archivos/numero-290-2/