Mtra. Cyntia Cerón Hernández y Dra. Thelma E. Pérez Álvarez – Coordinadoras del Laboratorio de Alfabetización Mediática e Informacional – (LABMIL) de la Universidad Intercontinental.
La situación actual de las desigualdades y las violencias que las mujeres experimentan en nuestro país obedece a diversos factores y requiere de la atención de las instituciones para consolidar acciones sustantivas que cooperen con la necesaria transformación de las condiciones de vida de las mujeres.
Por ejemplo, es ineludible enfatizar el incremento del 120% de las llamadas para denunciar violencias que las mujeres experimentaron durante el confinamiento generado por la COVID-19, de las cuales 66% fueron por violencia física y 22% por violencia psicoemocional (SENSP, 2020).
Aunado a lo anterior, estudios como el Informe Movilidad Social en México (CEEY, 2019), hacen visible que las mujeres en México tienen acceso a una menor movilidad social con respecto de los hombres y sus logros de vida son menores que los de ellos, cuando ambos provienen de hogares en desventaja. A su vez, la Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México (EDIS) (COPRED, 2021) en sus tres recientes ediciones, reporta incrementos en la percepción de discriminación por tonalidad en la piel y por sexo, indicando como el tercer grupo con mayor percepción de discriminación a las mujeres (2013: 2.7%; 2017: 4.3% y 2021: 9.4%).
En este sentido, la Universidad Intercontinental (UIC) reconoce que los medios de comunicación masiva representan un factor estructural en la producción y reproducción de expresiones que pueden contribuir con la manutención y el fomento de las desigualdades y violencias que las mujeres experimentan por el hecho de ser mujeres y a través de la Licenciatura en Comunicación Digital promueve la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) para cooperar con la necesaria transformación de las condiciones de vida de las mujeres, a través de los medios de comunicación masiva, en apego a la estrategia impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2014), la cual constituye a la AMI como una estrategia para empoderar a las personas y para animar el acceso equitativo al conocimiento e información y la promoción de medios de comunicación y sistemas de información libres, independientes y pluralistas.
A partir de lo anterior y en congruencia con principios rectores de la Universidad Intercontinental, como el Alto nivel académico y la Orientación social, se constituye el Laboratorio de Alfabetización Mediática e Informacional (LABMIL) con la motivación de participar con el ejercicio de los derechos humanos, el bien común y sociedades más justas desde el campo de la comunicación.
El LABMIL se crea en el 2016, primeramente como Observatorio de Medios UIC, a partir de la iniciativa de la Mtra. Cyntia Cerón y la entusiasta participación de estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Digital, quienes llevaron a cabo diversos proyectos de corte interdisciplinario e interinstitucional con la participación de universidades pertenecientes a CONEICC, como la publicación «Agenda sociodigital de la campaña presidencial 2018: Temas, emociones y notas falsas que motivaron la interacción político ciudadana» (2019). A la par, se desarrollaron proyectos de Intervención desde la Comunicación, los cuales derivaron en productos de difusión como el documental colaborativo «Por un pedazo de tierra» (2018), presentado en la U. Javeriana Colombia (2019) en el marco de la Cátedra de Comunicación de la UNESCO; el Taller de Fotografía Documental y la exposición derivada de éste “Mesa Los Hornos: la otra mirada” (2019).
Asimismo, cocoordinó con la Universidad Panamericana y la Universidad Autónoma de Coahuila a través de sus respectivos observatorios de medios, la segunda fase del proyecto de comunicación política del cual surgió el libro «Retórica Digital del Discurso Electoral en Twitter: análisis del ethos, logos y pathos. Aportaciones de la Ciencia de Datos en el estudio de temas y sentimientos» (2021) con diseño editorial realizado por el equipo de Diseño Gráfico de la UIC.
En 2021, se integra como cocoordinadora la Dra. Thelma Pérez y se acuerda ampliar el espectro para constituir un espacio que propicie la experimentación epistemológica, metodológica y tecnológica que coopere con la promoción de derecho humano a la alfabetización mediática e informacional, para lo cual, se cambia el nombre a Laboratorio de Alfabetización Mediática Informacional y se determina la incorporación de visiones críticas en procesos de enseñanza-aprendizaje relacionados con las industrias culturales, la investigación, el análisis y la producción de contenidos mediáticos a través de las líneas temáticas:
1) Tecnologías de la información y construcción de ciudadanía, 2) Comunicación con perspectiva de género, 3) Intervención desde la Comunicación y 4) Comunicación y arte. Con los siguientes objetivos particulares:
- Promover en la comunidad académica una cultura de investigación a partir de la incorporación en proyectos dentro y fuera del aula que contribuyan a mejorar la calidad académica a través de la construcción de conocimiento y la actualización de programas de estudio.
- Intervenir en problemas o necesidades comunitarias, así como en instituciones públicas y privadas a partir de la detección y el análisis para el diseño e implementación de propuestas de resolución interdisciplinarias y creativas comprometidas con el bien común.
- Divulgar el conocimiento en medios académicos, así como a través de lenguajes y plataformas accesibles a diferentes audiencias para contribuir con la alfabetización mediática e informacional, difundir el trabajo académico y creativo realizado por la comunidad universitaria.
- Establecer relaciones interinstitucionales que contribuyan con la generación de iniciativas de investigación, formación y divulgación orientadas a la visibilización y sensibilización sobre las desigualdades sociales e industrias culturales.
Desde entonces, el LABMIL dinamiza acciones encaminadas a promover la formación de estudiantes y la generación de conocimiento interdisciplinario, intra e interinstitucional, tales como brindar acompañamiento en procesos legislativos para la incorporación de las violencias simbólica y mediática en la LGAMVLV (2021). Participar en congresos nacionales e internacionales y publicar artículos en revistas científicas. Igualmente, la impartición de talleres como el de “Comunicación con Perspectiva de Género” en el Segundo Encuentro Docente del CONEICC (2022), el desarrollo del “Primer Seminario del LABMIL (2022)”, en el cual se presentaron proyectos y resultados de investigaciones en materia de análisis de contenidos mediáticos y prácticas comunicativas, desarrolladas por estudiantes de cuarto y séptimo semestre de la Licenciatura en Comunicación Digital. También, la producción de materiales para difusión como el video ganador del Primer Lugar en el concurso “El Poder de las Audiencias”, organizado en 2022 por el IFT. La organización e intervención en webinars con participantes de diversas latitudes, el desarrollo de la investigación “Cuerpos y emociones en la comunicación política. Construcción de subjetividad política en TikTok hacia la presidencia del 2014” (2022 a la fecha) y la incorporación a la Red de Observatorio de medios CONEICC (2023).
La importancia de fomentar la comunicación con perspectiva de género
De manera específica, el LABMIL establece como una de sus líneas temáticas la comunicación con perspectiva de género como consecuencia de la institucionalización y la implementación de procesos de transversalidad en instancias públicas y privadas desde hace varios años en nuestro país.
Así como de las movilizaciones feministas de años recientes en países como España, Francia, Estados Unidos, otros en Latinoamérica y, particularmente en México, las cuales han hecho posible una mayor visivilización de la agenda feminista en el espacio público, la escena mediática y la opinión pública. Ejemplo de lo anterior, son las marchas del 8 de marzo de 2015 a la fecha, el paro de mujeres del 9 de marzo del 2020 y los movimientos ciberactivistas como #MeToo, #MiPrimerAcoso, #8M y #9M, los cuales generaron cuestionamientos y debates en diferentes esferas teniendo alcances nunca antes vistos.
Estos sucesos tuvieron efectos también en la comunidad estudiantil y docente, generando interés, dudas, acciones colectivas y cuestionamientos que se materializan en el reconocimiento de la necesidad de debatir y comprender el tema en las clases, en la elección de temas y problemáticas relacionados con el género en los trabajos escolares.
Ante esta necesidad, el LABMIL opera para establecer desde la academia una formación de nuevas generaciones de comunicólogas/os desde una perspectiva de género, lo que parece una clara necesidad de acuerdo al contexto mexicano con relación a las violencias en contra de las mujeres, así como también una clara tendencia en el campo educativo y laboral que seguirá desarrollándose, dado que vivimos en una sociedad con un amplio marco normativo en términos de igualdad y con terrenos ganados en diferentes ámbitos, los cuales, se contraponen con expresiones de impunidad y violencias contra las mujeres en el país.
La representación de las mujeres en contenidos mediáticos
Particularmente el contexto que nos incumbe, el trabajo con jóvenes universitarias/os del ámbito privado y urbano de la Ciudad de México, requiere de articular un importante trabajo de sensibilización y formación, para transmitir a los y las futuras profesionales de los medios de comunicación el conocimiento y el empoderamiento que les permita comprender y reconocer los contextos que les rodean, tanto en su rol de audiencias, como en el de presentes y futuras/os creadores de contenidos mediáticos y a partir de ello, problematizar, reflexionar y actuar para cooperar con la transformación del actual paisaje mediático en función de animar la generación de análisis crítico sobre la representación de las mujeres en productos culturales.
Ejemplo de lo anterior es una fuerte apariencia de modernidad e igualdad que en ocasiones dificulta identificar normas restrictivas o violentas de género como parte de sistemas de control que afectan el comportamiento cotidiano de las mujeres a partir del miedo o la necesidad de cumplir expectativas de otros, por ejemplo, el mito de la libre elección (De Miguel, 2015), el cual plantea que, en sociedades como la nuestra, la reproducción de los valores patriarcales se realiza desde tres mundos estrechamente conectados: el mundo de la creación, el de los medios de comunicación y el consumo de masas, y a esto añadimos, que construyen un simulacro de felicidad occidental hegemónica aspiracional; que como parte del contexto mexicano, constituyen un terreno más bien paradójico y confuso que requiere procesos de reflexión crítica, así como conocimiento y empatía con diferentes realidades que viven las mujeres.
A partir del contexto anterior y como una primera aproximación con esta línea temática, el LABMIL trabaja y analiza la representación mediática sobre las mujeres como una forma de expresión en la que existe una estrecha relación entre la representación política y la representación simbólica en términos de quién o quiénes están (o no) autorizadas/os para hablar o tomar decisiones con respecto a la participación sobre las mujeres en los medios de comunicación, y a partir de esto, pensar en qué mujeres son representadas, quiénes lo hacen, qué es lo que se dice sobre las mujeres (o no) y qué aspectos se hacen o no visibles (González, 2018; Foucault, 1979; Berger, 2012; de Lauretis; 1996).
Asimismo, desde su rol en la reproducción de la violencia simbólica contra las mujeres en la modalidad mediática, a partir de la participación de la representación mediática sobre las mujeres en la normalización de las desigualdades representativas (p.ej. cosificación, sexualización, racialización, discriminación, estigmatización, precarización, feminización del trabajo y de los cuidados) que las mujeres experimentan, en función de las construcciones sociales en torno al género, a la clase, a la etnia, a la diversidad funcional y a la diversidad sexo-genérica y familiar. Desigualdades representativas que favorecen la normalización de las desigualdades redistributivas, porque los constructos sociales reproducidos en los contenidos mediáticos condicionan y obstaculizan gradualmente el acceso de las mujeres a la justicia, a la educación, al trabajo, a la salud, al ejercicio de sus derechos políticos y sociales, a las decisiones sobre sus cuerpos, a la vivienda, al ahorro, al desarrollo integral y a la vida (Pérez Álvarez, 2020). A la par las desigualdades representativas dificultan la posibilidad de plantear nuevos referentes de masculinidad normalizando modelos hegemónicos que no contribuyen a nuevas formas de construcción de relaciones de género más igualitarias y equitativas.
Lo anterior, considerando el contexto de representación, el peso de las industrias mediáticas y creativas en la producción de mensajes hegemónicos con respecto al género, así como las ganancias que esto representa a los medios masivos de comunicación, en función del desarrollo de estrategias de saturación de discursos que contribuyen a la naturalización de algunas representaciones sobre otras, a pesar de la aparente diversidad en contenidos (Butler, 1990).
Por tanto, el LABMIL aborda la representación de las mujeres en contenidos mediáticos desde la rigurosidad teórica, analítica, metodológica y práctica, para contribuir en la formación de estudiantes y con ello, identificar y generar buenas prácticas a través de la generación de mensajes que fortalezcan el bienestar de las colectividades con un enfoque de igualdad y equidad, que haga viable el reconocimiento de la no discriminación y el fomento de una cultura de paz y no violencia en pantalla, así como al interior de los medios de comunicación.
Referencias
Berger, J. (2012). Modos de ver. Barcelona: Gustavo Gili.
Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México. (2021). Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México. México: Gobierno de la Ciudad de México, Mitofsky. https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/media/EDIS-2021-26Nov21.pdf
De Miguel, A. (2015) Neoliberalismo sexual. El mito de la libre elección. 3a. ed. Ediciones Cátedra.
De Lauretis. T. “La tecnologías del género”, en Mora, Revista del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer, 2, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, pp. 6-34.
Foucault, M. (1979). Historia de la sexualidad I.
García Peláez Cruz, S. (ed.). (2019), Informe movilidad social en México. Hacia la igualdad regional de oportunidades. México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias. https://ceey.org.mx/wp-content/uploads/2019/05/Informe-Movilidad-Social-en-M%C3%A9xico-2019…pdf
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). (2014). Indicadores de Género para medios de comunicación. Francia.
Pérez Álvarez, T.E. (2020). Programa intersectorial de profesionalización en la prevención y erradicación de la violencia simbólica en la modalidad mediática contra las mujeres a través de la publicidad televisiva difundida en México. Revista Políticas Sociales Sectoriales (3) Educación. Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano, pp. 151-181. ISSN: 2395-8456.
SESNSP. (2020). Información sobre violencia contra las mujeres (Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 9-1-1). https://www.gob.mx/sesnsp/articulos/informacion-sobre-violencia-contra-las-mujeres-
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